ocaraf
La oropéndola
Ahora, madre,
volveré a tí,
por primera y última vez
en este sendero de la vida
que con días y noches de esperanza
fuiste construyendo.
Volveré
a tu vientre,
sin mirar atrás:
valiente rayo de luz clara.
Y en un destello
me cubrirá tu sonrisa
en esa eternidad del vuelo de la oropéndola.