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Errantes por exiliados
"Hubo gentes que nos abrieron su puerta y nos sentaron a su mesa, y nos
ofrecieron agasajo y aún más. Pero nosotros no pedíamos eso, pedíamos que nos
dejaran dar. Porque llevábamos algo que allí, allá, donde fuera, no tenían [...]
algo que solamente tiene el que ha sido arrancado de raíz, el errante, el que se
encuentra un día sin nada bajo el cielo y sin tierra; el que ha sentido el peso del
cielo sin tierra que lo sostenga".
Podría haberlo dicho/escrito cualquier persona sensible y honesta, cualquier ser humano con algo que compartir y el deseo de hacerlo, cualquier desarraigado inocente que lo ha perdido todo... Son palabras de María Zambrano. Y que cada cual aguze su entendimiento, si el corazón no le estalla de compasión, rabia, amor o desesperanza.

María, muy joven.